Este es mi primo Pablo. Desde que tengo uso de razón, lo he visto con mi hermano Mariano, hacer de todo. Mi hermano Nico y yo nos juntábamos con mi otro primo, Juan, pero a medida que Nico crecía, iba alejándose para estar junto a Mariano y Pablo.
Al pasar los años, y yo crecer, cada vez que iba de visitas a Alta Gracia, me quedaba en el negocio charlando con Pablo y disfrutando de su compañía, más que la de Juan.
Verlo irse en ese avión hacia una tierra no explorada por nadie de la familia, me decía dos cosas: que era un ejemplo a imitar, y que ir a Alta Gracia, no tendría paradójicamente, la misma gracia que antes.
Es obvio decir que todos lo extrañamos y nos decíamos que uno de la familia había hecho las cosas bien. Estudiar como Diablo, y ahora flamear ante su propio semblante serio, el título de Ingeniero Químico.
Me quedan los recuerdos de hablar sobre música. Me quedan los recuerdos de cuando me saludaba nombrando viejos cantantes italianos (jajajaja). Me queda el recuerdo de unos mensajes de texto que nos enviamos en donde nos demostrabamos nuestra amistad de primo, mediante frases de Hermética. Esa es la razón del título de este post, que pertenece a "Soy de la Esquina".
Hoy vive en Buenos Aires con su señora, Adriana, está feliz y va a ser padre.
No hay manchas negras en tu aura, querido primo, ni nunca las habrá...
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